martes, 13 de octubre de 2015

Esquemas de administración de fármacos

DECISIÓN DE ESQUEMAS DE ADMINISTRACIÓN
Las pautas básicas para este fin son muy sencillas y son basadas fundamentalmente en el hecho de que
la dosis de un fármaco dado puede considerarse como eliminada para todo efecto práctico en un
período equivalente a 4 - 5 vidas medias, como se demuestra en el siguiente esquema:
Es obvio que cantidades de fármaco disponibles menores al 10 % de la dosis original serán usualmente
ineficaces a menos que tal dosis original haya sido sumamente alta. De esta manera, puede deducirse
que en un tratamiento crónico la dosis siguiente debe administrarse en lo posible antes de que la
concentración plasmática de un fármaco caiga por debajo del umbral necesario para lograr el efecto
deseado (sin embargo, como ya se explicó antes, hay casos en los que no se requiere que el
mantenimiento del umbral sea tan rígido).
A continuación se muestran dos ejemplos de esquemas de administración para una misma droga cuya
vida media es igual a dos horas, administrándose el doble de la dosis en el esquema 2, pero con
intervalos también del doble de tiempo:
De estas figuras pueden determinarse varios aspectos:
- En primer lugar, en ambos casos se logra una media de concentración plasmática similar, más o
menos igual a 170 en el ejemplo (unidades arbitrarias). El estado en que la media de concentración
plasmática promedio es invariable se conoce como Estado de Equilibrio (“Steady State”).
- La consecución del estado de equilibrio ocurre en ambos casos al cabo de un tiempo de unas 8 - 10
horas, es decir, un tiempo igual a unas 4 - 5 vidas medias. Así, la consecución del estado de
equilibrio en ese lapso de 4 - 5 vidas medias es independiente del esquema de administración que
se adopte.
o Esto es válido también para una forma especial de administración, que es la de Infusión
Continua. En esta administración se suministra continuamente el fármaco por vía intravenosa,
lo que equivale a la administración instantánea de cantidades muy pequeñas de fármacos en
intervalos extremadamente cortos; el gráfico obtenido sería similar al mostrado en líneas
discontinuas en cada uno de los esquemas mostrados.
- A pesar de que se alcanza una concentración plasmática media estable, la misma fluctúa a lo largo
de cada esquema, entre valores mínimos y máximos conocidos respectivamente como
Concentraciones Plasmáticas “Valle” y “Pico” (que se dan, respectivamente, inmediatamente antes
e inmediatamente después de la administración de una nueva dosis). Este rango es de 141 - 200
para el esquema 1 y de 94 - 267 para el esquema 2. Esto implica que la posibilidad teórica de
ineficacia terapéutica es mayor con el esquema 2, puesto que la concentración plasmática del
fármaco puede alcanzar niveles muy bajos; pero también implica que la toxicidad es teóricamente
más posible con el mismo esquema, ya que el fármaco también alcanza niveles muy altos en
ciertos momentos. Ya que estos valores “valle” y “pico” son los determinantes de la ineficacia
terapéutica y/o de la toxicidad, generalmente son los parámetros cuya determinación puede hacerse
necesaria en el entorno clínico. Naturalmente, en la Infusión continua se evitan estas variaciones de
concentración plasmática.
En resumen, las pautas básicas para la determinación de esquemas de administración son las siguientes:
- Si se desea poca variación de nivel plasmático, deben administrarse dosis bajas de droga con
intervalos cortos de tiempo. Este enfoque limita la toxicidad al usar drogas poco seguras.
- Por otra parte, si sólo se requiere la consecución de ciertos niveles plasmáticos “mínimos”, puede
resultar conveniente el uso de dosis altas con amplios intervalos de tiempo. Este enfoque favorece
que se cumpla el tratamiento (más cómodo para el paciente), pero debe usarse sólo con drogas
cuya toxicidad sea muy baja.

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